Más de una década ha pasado desde que Johan Cruyff se sentara por última vez en el banquillo. Su última casa, el Barcelona, le dejó escapar en el año 1996 y desde entonces, el líder del Dream Team, no había vuelto a dirigir un entrenamiento.
Ahora le han ofrecido entrenar a la selección catalana y ha aceptado. ¿un poco raro, no? Asumo que los catalanes son muy suyos y que consideran al señor Cruyff como tal (dado el tiempo que lleva viviendo en sus tierras aunque su acento no lo demuestre) pero también asumo son muy nacionalistas y no sé como tomarán que el holandés no hable en catalán durante los entrenamientos.
¿Quién sale ganando en esta relación? Espero que el aficionado al fútbol.
Cierto es que el Barça de Guardiola es el que más se acerca al famoso once de Laudrup, Koeman o Stoichkov, pero como el original no hay ninguno. Será Cruyff capaz de crear algo similar con Xavi, Pujol y compañía. Y lo digo porque la selección catalana será prima hermana de once del Barça o de la selección española.
Lo que tengo claro es que aunque es fútbol no lo es todo, servidora se sentará a ver algún que otro partido de la nueva selección catalana para poder tener consciencia de un sistema de juego que creó escuela.
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